COMO AMBULANTE EN HAMAMATSU SHI
(Por Freddy Ortiz Nishihara)
Narro este episodio en mi vida recordándolo como algo tan entrañable de mi contacto como vendedor ambulante callejero con nuestros hermanos japoneses, era 1994 y por obra del destino y la dura presión norteamericana para reducir la venta de autos japoneses en EEUU tan demandados por los yanquis, se prohibió su exportación en un 60%. Bush dijo en un discurso “Los americanos somos patriotas y por eso compramos solo made in USA no japoneses”. Coacciono al gobierno japonés a no embarcar carros, instalar en Japón tiendas pagadas por el mismo y con empleados japoneses para vender Fords, General Motors, toneladas de carne, naranjas y manzanas de California, Florida embarcados forzadamente hacia Japón. (la respuesta de los japoneses y mayormente extranjeros en su mayoría fue solo comprar el 2% de los carros, el resto debió ser reembarcado, el 80% de los vegetales putrefactos fueron desechados a la basura). Esa era la VOZ JAPONESA de respuesta a las pretensiones de Mr Bush. ( El Japan Times y los periódicos japoneses de esa época lo narran).
Debido a esa baja en la producción y crisis a muchos trabajadores se nos dieron vacaciones forzadas e impagas , hasta volver a los niveles de producción anteriores.
El tren se detuvo en la estacion “¡¡Shin Hamamatsu, Hamamatsu desu”( ¡¡ciudad de Hamamatsu, Hamamatsu!!), baje cargando en una mochila las artesanías que había traído de Perú , para emergencias como esta, tenía varias bolsitas llenas de tumis, huaquitos llamitas de llaveros, collares hechos con semillas de la selva mi hermano menor y mi cuñada estaban conmigo y dado que esa fue la única semana en la que el hambre apretó les guie a Hamamatsu ¡a vender los “peru jin omochas! ¡ peru jin puresento”( Como saben Omocha es juguete y puresento es presente o regalo en japonés)
Colocamos nuestra manta de color rojo intenso teniendo como fondo al gran Tumi dorado en una calle por donde transitaban muchos peatones la gente comenzó a rodearnos desde jóvenes estudiantes de largas trenzas con el uniforme marinero del coco (secundaria) a padres jalados por sus hijos y ancianas sonriendo su curiosidad, entonces comencé a gritar instándolos a acercarse y comprar
“¡Mimna san irasshai! ¡Doozo mitte kudasai Peru cara, inca codomo no omocha to puresento san!!! Katte kudasai!!! ( Todos son bienvenidos, por favor miren los juguetes y los regalos incas que trajimos desde Perú ¡compren por favor!!!)), mientras los niños curiosos de todas las edades se agachaban a observar cada uno de los objetos extraños como llamitas y cóndores que quizá veían por primera vez y les decían a sus papas o mama con esas miradas y sonrisas que no he olvidado hasta ahora
“¡Core hoshi otochan!!! ( ¡quiero este papíto!!)
“Ikura desuka?” preguntaba entonces el papa sonriente
200 yen dake san (solo 200 yenes señor) y me dio un billete de 1000 yenes diciendo que se llevaría 5 al volver en ese instante por mi hermano y su esposa para envolver la venta, vi que habían desparecido avergonzados o no se porque, yo mismo agarre la bolsita y se los envolví, el señor me compro cinco.
“¡Yoku mite core wa inca no puresento!!” ( ¡Miren bien es un regalo incaico!) me volví sonriente a unas chicas que miraban curiosas uno de los tumis grandes que lleve
“Peru? Sore wa Minami America ne? … ( eso esta en Sudamérica ¿no?) .dijo una
“Hai so desu onechan” ( Asi es hermanita) le dije expresando mi satisfacción con el rostro y las manos
“La otra sonriente solo decía “sugoi chan…(genial, increíble), y luego agarrando uno pregunto
“¿ikura onisan?” (a cuanto hermano)
500 yen dake chan ( solo 500 yenes )
Juro que me faltaron manos y apoyo, pero a veces los temperamentos humanos son diferentes y pensé en ¿Por qué no estaban allí mi hermano y cuñada?
Una obaachan con un gorrito azul marino muy gracioso que aún recuerdo me trajo a la realidad al agarrarme la mano y decirme
“Anata wa Nihon Jin , Peru , burashiru jin nikkei?”(¿Eres japonés, peruano, brasileño nikkei?)
El calor del mediodía se empezaba a sentir en todo el cuerpo y con una sonrisa le respondí
“Boku wa peru jin obaasan ¿Nani o kaimasuka?” ( Yo soy peruano señora ¿Qué compra?)
“5 llamitas por favor” me sorprendió en su perfecto español
“si aquí tiene onesan , Ud habla bien el español” le dije mientras rápidamente le envolvía en una bolsita su compra y pensaba asombrado como había logrado ese dominio del idioma sin dejo o si era una peruana nikkei
“Hai so desu yo vivi en Cuzco 5 años de joven!” sacando al tiempo que hablaba 1000 yenes más una moneda adicional
Se inclinó con una reverencia y me dio 1,500 yenes,
“¡Zen yen dake obaasan!” ( ¡son solo 1000 yenes señora!) pronuncie mientras la miraba confundido, devolviéndole 500
“Daiyobu ii desu, es mi voluntad joven” me respondió mezclando japonés y español y con una sonrisa se despidió y se alejó rumbo al centro de la ciudad subiendo a un lujoso Honda que le esperaba a unos metros.
Venían más clientes y ya tenía cerca de 29,000 yenes y me preparaba a vender más, cuando de pronto dos policías de elegantes uniformes azules se me acercaron caminando lentamente, mientras que por mi costado izquierdo Un joven de cabellos largos y pintados color rubio me pidió un collar hecho de semillas de la selva
“Onegaishi masu, core wa ikura desuka? (Por favor cuánto cuesta esto)
“1000 yen dake onichan” (solo 1000 yenes hermanito) pago y entonces los policías se detuvieron frente a mi con un gesto amable, pero firme, diciéndome que me retirara, dándome 10 minutos para envolver todo e irme.
Me incline reverencialmente y les agradecí por no decomisar lo poco de mercancía que aún me quedaba
Al frente algunos japoneses protestaron ante los agentes, diciéndoles que me dejaran seguir vendiendo que era un nikkei honesto y necesitaba trabajo, pero los agentes no se dejaron intimidar y continuaron su labor.
Con la sonrisa en los labios y sintiendo simpatía en las miradas amables de la gente, pues algunos hasta me dieron la mano, me fui retirando hacia la estación buscando con la mirada a mi hermano y cuñada, mientras tarareaba la canción “Kawa no nagareno Youni” (La vida es como un rio) de Mizora Hibari.
( Lima 9 de Febrero del 2021)