HIROSHI CHAN Y SU VISITA DE AÑO NUEVO
Son las cuatro de la tarde y se escucha el altavoz en el ryo (cuarto de departamentos de los trabajadores) la voz de Mutsume san la encargada de recepción y administración, dice en japonés.
“Tanaka Hiroshi san su mama ha venido desde las montañas de Nagano ken a visitarlo, por favor venga al vestíbulo que ella le espera con mucho cariño por el año nuevo onegaishi masu ( por favor)”
Al escuchar , iba a ir a buscarlo en el cuarto que el compartía con dos peruanos, cuando sentí su presencia empujando la puerta que yo ya abría
“Nishihara san onegai (Nishihara por favor)” su rostro colorado como el de un tomate y sus cabellos erizados de terror a sus cortos 17 años me hicieron sentir aturdido
“¿qué pasa mi joven amigo?” pregunto en Japonés
“No traduzcas a ninguno de los peruanos ni brasileros lo que has escuchado por favor , que nadie se entere” me respondió muy avergonzado y con un poco de rabia.
“¿Nani? ¿Naze boku no wakai tomodachi? (¿Qué? ¿Por qué mi joven amigo?) No te preocupes” y le calmo con una palmada, favorablemente para él la mayoría de los extranjeros con los que vivíamos no entendían nada del idioma nipón, habían salido, estaban descansando o trabajando aun en la gigantesca planta de la Kimuraya bakery. A veces siento que en todos los países hay gente que en vez de apoyar destruye y jamás desarrollara la empatía ni el sentimiento de protección por los más jóvenes.
Nuevamente el parlante vuelve a invadir el espacio llamando a mi joven amigo Hiroshi. Lo miro y su rostro está entre pálido y rojo, entonces me atrevo a preguntar
“¿Qué pasa Hiroshi, porque te escondes de tu mama?, si la mía estuviera aquí le daría el cielo en Tokio”
El me responde mirando al suelo “¿sabes? Yo ya quiero ser un hombre y no volver a casa”
“Ah el gran hombre que deja a su mama llorar en año nuevo, después de que esta ha viajado más de 10 horas en tren desde las montañas de Nagano para buscarlo ¿no? ¿eso es un hombre, dejar llorar a una madre?”
Entonces el me dice “Nishihara yo la quiero, pero no me quiero sentir que dependo de ella y de mi padre ¡yo soy independiente!!!”
“Hiroshi ¿quieres ser un obrero trabajando toda tu vida verdad, bebiendo con extranjeros y dejando que tu madre llore por tu orgullo, por estos peruanos con los que vives hace solo un año?” le digo sintiendo mi corazón e imaginando a su madre ansiosa en la sala de espera del primer piso de nuestro hotel de dos estrellas
“Ella quiere que concluya la secundaria y no sé qué más sigue Nishihara…¿la Universidad?.” Me dice sintiendo confusión
“Sigue la vida Hiroshi, tu aun tienes 17 y tienes a una madre que otros ya no tienen ¿sabes porque el señor Carlos Shiroma llora y a veces se embriaga de pena?”
Mueve la cabeza diciendo No y le respondo con voz casi quebrada que es por su mama en Perú
Finalmente me mira confundido y me abraza como a un padre ¨diciéndome “Nishihara ¿me llevas contigo, cuando vuelvas a Perú de paseo?”
“Si pero anda mira a tu mama, mira yo ya estoy llorando por la mía” le digo con voz sincera imaginando a mi progenitora sonriendo por mi buena acción
Y Finalmente se aleja bajando las escaleras como un niño que salta jugueteando
Me quede dormido y al despertar Hiroshi me aguardaba sentado en la silla del costado, como vigilando mi sueño, ya se escuchaba como telón de fondo la voz de chacalon diciendo “Yo lo voy a malear a este ponja, le voy a enseñar a ser pendejo que ya no parecerá japonés puta madre”
Yo respondo con una mirada de furia que lo hace callar, me levanto y lo llevo afuera para conversar
“Nishihara mi mama me trajo un regalo de año nuevo que estúpido iba a ser al no bajar y ¿sabes? Además La quiero mucho y volveré con ella en tres meses luego que termine el contrato aqui. Le he prometido que concluiré la secundaria y luego veremos que pasa, dice que mi padre ya no me exigirá trabajar….pero yo volveré aquí a visitarte ¿aquí? y tu debes cumplir tu promesa, ire a conocer el Peru!! ¿es una promesa no? ”
“Hai sono mama desho Hiroshi san” (Si así será de esa manera Hiroshi) digo sonriente mientras saco un par de cervezas Kirin en el jardín, lejos de los maleados que nunca me agradaron
“Kampai shimasho ¿ne? Tanaka San” (Hagamos un salud Sr. Tanaka) esta vez le llame por su apellido
Solo fueron dos o tres cervezas por cabeza casi la despedida de Hiroshi mi joven amigo japonés, recuerdo aun que tres meses después lo ayude a embarcarse en el tren exprés que salía de Tokio rumbo a sus montañas. Me volvió abrazar y advertirme que muchos de mis compatriotas peruanos sentían muchísima rabia porque yo les controlaba que no se portaran mal en la empresa y que había escuchado que querían atentar contra mi vida por eso, solo sonreí dentro de mí, pues la hipocresía y la maldad andan de la mano siempre.
Deseo que donde este Tanaka Hiroshi san mi amigo haya encontrado la vida sin olvidar a sus padres y que sea feliz por siempre. AKEMASHITE OMEDEOU GOZAIMASU ( FELIZ AÑO NUEVO)
( Freddy Ortiz Nishihara, abogado UNMSM Licenciado en Administracion URP estuvo en el Japón entre 1990 y 1996)