( TÓMALO FÁCIL O MEJOR RÍETE DE TI MISMO) TAKE IT EASY
Por Freddy Ortiz Nishihara (*)
Aun lo recuerdo, han pasado más de 20 años de aquellos diálogos en 1995. Todos estábamos sentados alrededor del Jefe líder de sección, Amano san sonreía o trataba de transmitirnos su energía positiva, al fin y al cabo esa debe ser la función principal de un buen Sacho san (Jefe de sección en el Japón) ¿no? . Dar ánimo a los subordinados. Los demás silenciosos parecían querer pasar el rato. Goto el japonés que parecía haber perdido el don del habla y que no dejaba de atar o hacer algo aun estando en la oficina de coordinación, solo se comunicaba con monosílabos cuando se lo preguntaban y respondía con un gesto, parecía estar aburrido de todo y hasta de sí mismo, pero siempre atento y siempre cazando como arácnido el menor atisbo de trabajo que apareciese en su camino. El oyisan (abuelo) Takao parecía mostrar en su lenguaje paraverbal algo de sufrimiento imparable dentro de su alma, su mirada siempre buscaba algo como conteniendo el llanto, pero de vez en cuando también sonreía y dejaba mover sus lentes diciéndonos que estaba bien, te dabas cuenta de su tristeza y te hacia una broma aunque fuese absurda para hacerte sentir bien y quizás para hacerse sentir bien el mismo, pero yo no le creía y le intentaba hacer sonreír de verdad en mi japonés con dejo peruano seguro . El brasilero Saito siempre mostrando algo de ambos pueblos su japonés marcado y su rostro de samurai no dejaban de disimular aquel danzante natural de samba en Sao Paulo y Rio al otro lado del Pacifico y de pronto el más extraño ser que vi en mi vida, casi un robot humano que no paraba de cargar y atar maquinas o piezas, su cabello largo y negro hasta la cintura le daban más ritmo a su labor, parecía decir con sus gestos “oigan ya dejen de holgazanear …..muévanse como yo” , sus movimientos hablaban y parecían decir soy el trabajo encarnado en este cuerpo, ¡soy un robot y no un ser humano!.
Éramos los únicos hombres de la sección plagada de más de 500 o mil damas laborando en esa fábrica de Yamanashi ken. Yo por mi parte pretendía observarlos y leerlos a todos por sus lenguajes de cuerpo, además de la lengua que nos unía como canal fraternal, pero quizás no me leía a mí mismo o probablemente alguien me estaba leyendo, sin darme cuenta yo mismo.
La verdad estaba cansado de la rutina diaria de 10 a 12 horas de trabajo diario y los sufrimientos de las mujeres me afectaban también y me hacían sentir a mi madre lejana en el otro lado del Pacifico. Recordaba cuando todos estos días me chocaba sucesivamente con doña Isidora Ishikawa la brasilera japonesa a quien veía todos los días llorar empujando su coche pesado lleno de piezas de las auto partes que fabricábamos para la Toyota y quien me susurraba en Portugués “Esusofromuito….Freddy Eu sofromuito” y oírla llorar en medio de las demás mujeres que la impulsaban a seguir en la rutina con gestos a veces hostiles, me dolía y solo podía decirle “tudoissovai terminar forzasenhora” Y luego me auto interrogaba preguntándome “¿porque debemos quejarnos nosotros si tenemos trabajo aquí y otros no lo tienen en el mundo?” “¡¿queremos vivir cual holgazanes?!!!”. Me decía con una visión auto critica, ¿porque no me acostumbraba a la colmena yo mismo?. Si deje colgados los libros, la política y las teorías allá en Perú, fue porque debía empezar a usar una combinación de manos y cerebro en este país de mis ancestros ¿o no?. Al fin tendría más dinero, ganado limpiamente.
Estaba en esas meditaciones dialécticas, olvidando las presencias de todos cuando Amano san me leyó y me puso su mano en mi hombro y llamo a todos quienes me comunicaban con sus lenguajes paraverbales todo lo que significaba el trabajo para ellos y nos dijo a voz en cuello: “Vengan vamos a tomar té , vengan todos” y sonrió muchísimo, el parecía el más lúcido, el ídolo de la película de Hollywood y nos habló en ese japonés ceremonial, culto y calmado que siempre lo hacía destacar entre todos, aun con sus canas de cincuentón que desaparecían con esa mirada de optimismo y la juventud eterna en ese gesto que se me grabo por siempre. “Oigan todos tenemos que trabajar y tenemos problemas ¿entienden? Pero así es nuestro país, uno de los mejores del mundo, nos hemos levantado de la guerra con dos bombas atómicas y no tenemos niños muriendo como en África y no vivimos como los palestinos, bajo una ocupación cual ratas hambrientas ¿o si? ¡¿Se sienten mal aquí?!! No señores aquí trabajamos duro, es verdad, pero eso es parte de la vida, tu Nishihara san me dijo observando fijamente mis pupilas sonríe a la vida, ¿Cómo está tu país crees que mejorara con ese Fujimori? Los infiernos no cambian con una intención aparente y tu Saito ¿deseas volver a Brasil a morar abandonado en una favela de Sao Paulo o quedarte y jubilarte más seguro aquí en Japón? Uds dejen ya de trabajar les dijo a los otros dos japoneses que se movían cual robots humanos por los costados, relájense y tomen te ¡todo en exceso está mal!! ¿WAKARIMASUKA? (¿ENTIENDEN?) y al viejo lo abrazo y le dijo adelante Takao, tú sabes que tu esposa vivió contigo ya se fue al mundo de los ancestros, pero te espera gambate ¡!!!( ¡Animo!!), su discurso tenía fuerza marcial y a la vez tenía un eco de liderazgo, fue un discurso que mencionaba la fuerza de Japón y de cómo debíamos seguir adelante con ese mismo espíritu en nuestras vidas, finalizo con una expresión en Ingles nos dijo “¿saben los americanos cuando tienen un problema dicen “take it easy”, tómalo sencillamente, ¿Por qué hacer más problema? Yo discrepo y odio a los yanquis por Hiroshima y Nagasaki, pero creo que en eso tienen razón debemos tomarlo así con sencillez, no con total seriedad, no señores, ríanse de Uds. Mismos ¿si? ¡vamos!!! ¡GAMBATE!! (¡ANIMO!!! EN JAPONES)” y echo a sonreír muy sonoramente, intentando transmitir esa energía a todo pulmón; al fin y al cabo para eso se necesita un jefe en el Japón moderno ¿no es verdad, me auto interrogué?
Mientras tanto mentalmente aun escuchaba como fondo la despedida de mama en el Jorge Chávez hace 4 años atrás y la canción preferida de ella “Un beso y una flor” de Nino Bravo, combinados con melodías en japonés de noches de karaoke y la vieja melodía “Take it easy” de The Eagles ( en Ingles)Amano sonrió y me trajo a la realidad con un brindis de te chocando mi taza con la suya y así con esa mezcla de sentimientos volvimos a las seis horas que aún nos esperaban en esa gigantesca máquina imparable que devoraba nuestros sueños más profundos de 8 A.M a 8 P.M de lunes a sábado. Sonreí y me dije a mi mismo”takeiteasy” ( tómalo fácilmente o mejor ríete de ti mismo)